sábado, 20 de noviembre de 2010

La ventana

Miraba el mar por la ventana... los rayos del sol le iluminaban la cara. Tenía  la mirada perdida en el infinito pero su sonrisa transmitía tranquilidad y sosiego. Como muchas mañanas se sentaba junto a la enorme ventana de su dormitorio en lo que ella llamaba su rinconcito. Le encantaba su chaiselonge de color rojo granate invadido de cojines en los que arrebujarse. Se tapaba con su vieja manta de lana y dejaba que los rayos del sol le calentaran el cuerpo al entrar por la ventana.  Necesitaba esos momentos de soledad para dejarse llevar por sus recuerdos, o al menos lo que ella pensaba que eran sus recuerdos..

3 comentarios:

  1. Es un buen comienzo, me has dejado intrigado... Estoy deseando leer más.

    Ánimo, que los principios son lo más difícl. Y el tuyo va bien.

    Un saludo Arwen.

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  2. Muy evocador, me gusta.

    Enhorabuena, ¡y no te rindas!

    Un saludo.

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  3. Mil gracias a los dos.. me alentáis a seguir en el camino..

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